Exploro la visualización de la música co-creando con una máquina mediante algoritmos y programación. Más allá de lo estético, mi búsqueda cuestiona la esencia del arte y la identidad humana en la era digital.

La máquina, como extensión de mi mente, actúa incansablemente transformando los valores y datos numéricos de la música en su lenguaje propio.

Cada creación es un reflejo único de la infinita capacidad del algoritmo para reinterpretar la creatividad humana. Es una evolución constante, una transformación infinita que desafía los límites de la creación. 

Al utilizar estas nuevas formas de co-crear, no solo expreso mi visión del mundo, sino que también invito a los demás a explorar las posibilidades infinitas que surgen cuando el ser humano y la máquina trabajan en armonía.